Bueno, expuesto así tiene sentido, pero como suele pasar a veces, en la práctica es un poquillo más complicado...
Gracias,
@clspeed, por acordarte de los que en estos momentos andamos "deshermandados", por unas razones o por otras. En mi caso particular, aunque he estado en hermandades siempre (y llevo dando guerra por aquí digamos que desde el principio), desde hace un par de meses o así ando libre como el viento por incompatibilidad total entre la falta de tiempo y el querer hacer las cosas bien. Sigo en el juego porque me gusta y porque no quiero dejar mi pequeña (bueno, ya no tanto, je...) ciudad abandonada, pero ahora tranquila, sin estreses añadidos, cuando puedo y como puedo.
Y nunca he dejado de batallar. Parte de lo que hace que me guste el juego, como decía, es luchar en los torneos, y esta noticia me tiene un poco preocupada, entre otras cosas por la manera que ha habido de enfocarla. Lo ideal sería haber dado algo nuevo a las hermandades sin quitarle nada a nadie, no sé. Porque de pronto hay jugadores que somos un poco "de segunda", si se me entiende lo que quiero decir, o al menos no será raro cuando se realice el cambio tener en parte esa sensación, la verdad.
Sí, por supuesto que, en cuanto a mí, crearé la Guardia de Layanosse, que llegará a ser la hermandad más famosa de caballeros invisibles, ejem (pero bien apañados, oiga), y si no se modifica nada respecto al ránking y las recompensas individuales, apechugaremos con el cambio y seguiremos adelante. Pero sí sentiré que por fin se hagan unas recompensas decentes para los puntos de control, y una parte de los jugadores nos quedemos sin la posibilidad, directamente, de conseguirlas, ya que no solo no contaremos con hermanos, sino llegado el momento, tampoco ya con nuestros vecinos.
Y además (y no me gusta nada ser aguafiestas, pero creo que es una refléxión bastante lógica esta), como ya han apuntado
@FreezeDah y sobre todo
@EIZATH, tengo la intuición, ojalá que equivocada, de que el impacto de este cambio no siempre va a ser positivo en las hermandades. Ahora nos encontramos a vecinos que pelean mucho, otros que pelean menos, otros que solo dan un espadazo para llevarse las recompensas que caigan, y otros que no batallan, directamente. Y bueno, no pasa nada, "solo" somos vecinos y cada uno hace lo que quiere o puede. Pero si trasladamos estas circunstancias a una hermandad... Será un ejercicio interesante, desde luego, el ver cómo se gestiona esta nueva situación. Porque será delicado, por ejemplo, obligar a un jugador a hacer torneos con la inversión que representa de recursos de todo tipo, incluso en ocasiones en contra de su filosofía (sabemos que hay jugadores que prefieren avanzar en Elvenar de manera pacífica, una opción totalmente posible y aceptable, al menos al principio...). Puede que incluso las hermandades se reorganicen de una manera radical en batalladoras y no batalladoras... quién sabe.
Al final, creo que todo va a depender de las recompensas nuevas que se establezcan. Si realmente son jugosas y merecen la pena los desvelos y las batallicas puede arder Troya. Y mis guerreros invisibles y yo lo miraremos todo desde la colina, en lo alto, a lo lejos.
(En mi descargo por semejante parrafada diré que está claro que es mejor mantener el teclado lejos cuando se está pachucha y con fiebre, ay...).