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    el Equipo de Elvenar

Jugamos a... Relatos encadenados

DeletedUser781

... quedamos atrapados dentro del talismán. El pesimismo nos invadió, pero descubrimos una cabina desde donde se podía pilotar el talismán, que era una nave. Tracé un nuevo plan: estrellar la nave de carbino contra el cristal de la botella para romperlo. Jade y el Peregrino se lanzaban miraditas cómplices, pero encendí motores. El ruido despertó a una criatura en la nave... era un Chibaca...
 

Deleted User - 1287

El peregrino se dirigía a la ciudad a través del acantilado. Estaba agotado, pues una jauría de cancerberos le estaban siguiendo el rastro desde hacía varios kilómetros. La silueta de un barco volador le hizo saber que la ciudad era de nueva construcción. «Tal vez sea un buen lugar para hacer fortuna», pensó. ...

y aligerando el paso se dirigió hacia las puertas de Casbel. Una vez allí entró en la vieja taberna de la plaza; en un rincón, observó a un anciano de larga barba que murmuraba en un extraño idioma, las palabras salían de su boca entre trago y trago de una bebida espesa y humeante. El peregrino avanzó hacia él...

... y de un tirón le arrancó la barba postiza. Era Gareth, un viejo conocido.
—¿Que diablos haces por aquí? ¡Maldita sabandija! —Exclamó el peregrino.
—¡Dichosos sean mis ojos! Jarum el Errante. No esperaba encontrarme con un héroe en esta pocilga —se abrazaron.

Ambos compañeros se agarraron fuerte del hombro y se bebieron unas cuantas jarras de hidromiel a la salud de los enanos, quienes habían sido la razón de que se conocieran. Entre trago y trago, risa y sonrisa, se levantaron. No sabría decir cuál de los dos iba peor pero yo estaba allí, en la mesa, observando cómo se divertían. Estaba dispuestos a abandonarlos pero, sin más, observé una peligrosa sombra moverse en esa taberna...

... se arrastraba sinuosamente escondiéndose entre los numerosos tertulianos que iban, poco a poco, llenando la taberna después de una larga y agotadora jornada de duro trabajo en las yermas tierras que rodeaban la aldea. Su simple roce hacía que se sintieran incómodos, acallando de golpe sus fuertes voces y risas y hasta haciendo que algunos de ellos se estremecieran visiblemente. Apenas dos metros le separaban ya de ...

... los dos amigos, pero me armé de valor dispuesto a evitar su muerte. El tiempo se volvió lento, denso, espeso, mientras mi mano se movía hacia la sombra con la velocidad del rayo. Mi dedo índice, se tensó en dirección a la sombra y de mi boca salieron aquellas tres palabras:
—¡Cuidado! ¡Una Sombra!

Demasiado tarde, pensé. Mientras esas nerviosas palabras salían de mi boca, el hombre que se ocultaba tras esa túnica alargaba su mano llegando a tocar el hombro del muchacho. Este se giró pero tarde para verle el rostro, una mujer que se encontraba allí se había asustado tanto que había empezado a gritar a los cuatro vientos: ¡¡Nooooooooooooooooo, no me hagáis daño por favor!! Y mientras se giraba, ...

... la garganta de la mujer se cerró con un mínimo gesto de la sombra y cayó al suelo entre convulsiones, mientras Gareth permanecía inmóvil, Jarum desenvainaba su espada y yo seguía señalando con el dedo. El peregrino se detuvo cuando reconoció a la sombra. Nadie en su sano juicio atacaría a Jade Negro, una criatura de inhumana belleza pero tan mortal como el suicidio. «¿A que has venido?» se leía en la mirada de Jarum el Errante.

Para asombro del peregrino Jade Negro no parecía percartase de su presencia o puede que solo le pareciese un ser insignificante,su mirada permanecía inmóvil escrudriñando la oscuridad,el peregrino inquieto pensaba que es lo que miraba tan fijamente, cuando repentinamente de la oscuridad apareció.....

... un señor mayor con una botella de vino, pero no era cualquier vino; era el elixir de vacío absoluto. Si descorchaba la botella, la sombra sería absorbida y pasaría a formar parte de aquel líquido tinto. El terror se vio reflejado en la mirada de Jade Negro y, de repente, pareció más humana, menos letal. El peregrino pudo matarla en aquel momento, pero no lo hizo. Se quedó embelesado mirándola a los ojos. El corcho salió disparado...

... en su nerviosismo, aquel hombre de ojos duros y un tanto ebrios había forzado demasiado aquel corcho que se desprendió de la botella con un "pop." El delicioso y aterrador aroma del elixir del vacío absoluto se esparció por la habitación haciendo saber a todos los presentes que, desde ahora y para siempre, formarían parte del maravilloso y letal brevaje. Sólo yo estaba lo suficientemente cerca de la ventana como para poder saltar fuera con la rapidez de un guepardo salvaje. Y así decidí poner fin a esta desafortunada anecdota de la única forma que sé...

corri raudo en busca de ella, solo ella podria arreglarlo todo,pero llegaria atiempo,decian que no siempre aceptaba ayudar,decian que su belleza deslumbra al sol,podría verla,lo ayudaria,su corazón latia rapido,la vería,si tenia que logralo...

Pero ya no era posible, la botella la había absorvido y con ella, la cordura del peregrino, quien, privado de la presencia de Jade, enloqueció arremetiendo contra todos sin distinguir a amigos de enemigos. Soltando sablazos a disetro y siniestro con la mirada perdida se abalanzó sobre el anciano de la botella, pero Gareth se interpuso entre ambos...

espada en mano arremetio con furia,no consentiria que matase al anciano,¡basta! grito,entra en razón ¡como osas levantarle la mano,acasdo no ves quien es,miralo,miralo bien,si derramas su sangre un gran mal se desencadenará! ¡yo Gared no te permitiré que asesines a.....

...este viejo asustado, pero el peregrino presa del hechizo de Jade Negro, mató a Gareth con un golpe limpio y se dirigió hacia el anciano para arrebatarle la botella, que mantenía atrapada a Jade. Salió de la taberna y se derrumbó entre sollozos. Aquella escena me revolvió el corazón y me armé de valor para acercarme al Jarum el Errante. Le dije que conocía a la persona que podía ayudarle y emprendimos el viaje.

Nos alejamos de la taberna, al principio con ritmo lento, apesadumbrados por lo ocurrido, pero al cabo de un rato nuestro paso se hizo más vivo y nuestro ánimo menos sombrío, con las ideas más claras, empezamos a trazar el plan de lo que íbamos a hacer.

Pero algo sucedió en el camino hacia nuestro objetivo. Nos detuvimos en una taberna del caminante, donde tomamos algunas copas para olvidar. Tantas, que nos confundimos de botella y abrimos el elixir de vacío absoluto. A los pocos segundos ambos estábamos junto a Jade Negro en un mundo tinto de atmósfera espesa.

El insólito lugar empezó a temblar, como si de una montaña rusa se tratase. El bar-man se acercó a nosotros pero, cuando fuimos a responderle, ¡pfff! Mágicamente se esfumó. ¿Curioso, verdad? El elixir que nos habíamos tomado era peor que la hidromiel de los enanos de aquella taberna, pero, ¿sabéis lo peor de todo? ¡Habíamos encontrado... :D de nuevo el tapón de corcho en el lugar donde debería estar nuestra salida. El Peregrino, Jade y yo podíamos vislumbrarlos desde la ventana aquella especie de bar onírico. Debíamos buscar la forma de salir aquella botella de elixir. Era difícil avanzar en aquel aire espeso, casi líquido, casi irrespirable. Estábamos agotados. Recordé mi amuleto de carbino y en mi mente se dibujó un plan...

¿Y si el amuleto pudiera sacarnos de la botella de nuevo? Pero ¿sacaría sólo a alguno de nosotros? ¿nos sacaría a todos?Si nos sacaba a todos ¿qué más saldría de la botella? Teníamos que arriesgarnos, agarramos ambos el talisman a la vez e invocamos su poder para que nos sacara del aprieto y, entonces quedamos atrapados dentro del talismán.

El pesimismo nos invadió, pero descubrimos una cabina desde donde se podía pilotar el talismán, que era una nave. Tracé un nuevo plan: estrellar la nave de carbino contra el cristal de la botella para romperlo. Jade y el Peregrino se lanzaban miraditas cómplices, pero encendí motores. El ruido despertó a una criatura en la nave... era un Chibaca...

El Chibaca llevaba años de ivernación allí y el brusco despertar no le hizo maldita la gracia. Primero rugió de tal modo que tuvimos que taparnos los oídos con las manos y, claro, solte los mandos de la nave que empezó a dar tumbos sin rumbo pero sin acertar a chocar contra las paredes de la botella. Luego se lió a sopapos con nosotros, dejándonos tirados medio inconscientes y después, él se hizo con los mandos de la nave...
 

DeletedUser6

Cuando quisimos darnos cuenta estábamos ya en Yupilandia. ¿Cómo había empezado todo esto? Nos preguntábamos. A lo que uno respondió: pues, estábamos tomando una cerveza cuando... Y un rugido se escuchó desde lo más lejano pero unos barrotes de caramelo nos mantenían prisionero en aquella especie de habitación o prisión. Cuando, una piruleta apreció para explicarnos lo ocurrido...
 

DeletedUser781

... se confirmaron nuestras sospechas: estábamos prisioneros. Como los barrotes eran de caramelo se nos ocurrió un plan: lamer hasta derretir los barrotes. Nos costó 7 horas, pero lo conseguimos y al salir reaparecimos en la nave talismán. El chibaca, que nos había hechizado, conducía por un pasadizo estrecho hacia..., hacia el exterior de la botella. El chibaca nos había devuelto a nuestro mundo.
 

Deleted User - 1287

El peregrino se dirigía a la ciudad a través del acantilado. Estaba agotado, pues una jauría de cancerberos le estaban siguiendo el rastro desde hacía varios kilómetros. La silueta de un barco volador le hizo saber que la ciudad era de nueva construcción. «Tal vez sea un buen lugar para hacer fortuna», pensó. ...

y aligerando el paso se dirigió hacia las puertas de Casbel. Una vez allí entró en la vieja taberna de la plaza; en un rincón, observó a un anciano de larga barba que murmuraba en un extraño idioma, las palabras salían de su boca entre trago y trago de una bebida espesa y humeante. El peregrino avanzó hacia él...

... y de un tirón le arrancó la barba postiza. Era Gareth, un viejo conocido.
—¿Que diablos haces por aquí? ¡Maldita sabandija! —Exclamó el peregrino.
—¡Dichosos sean mis ojos! Jarum el Errante. No esperaba encontrarme con un héroe en esta pocilga —se abrazaron.

Ambos compañeros se agarraron fuerte del hombro y se bebieron unas cuantas jarras de hidromiel a la salud de los enanos, quienes habían sido la razón de que se conocieran. Entre trago y trago, risa y sonrisa, se levantaron. No sabría decir cuál de los dos iba peor pero yo estaba allí, en la mesa, observando cómo se divertían. Estaba dispuestos a abandonarlos pero, sin más, observé una peligrosa sombra moverse en esa taberna...

... se arrastraba sinuosamente escondiéndose entre los numerosos tertulianos que iban, poco a poco, llenando la taberna después de una larga y agotadora jornada de duro trabajo en las yermas tierras que rodeaban la aldea. Su simple roce hacía que se sintieran incómodos, acallando de golpe sus fuertes voces y risas y hasta haciendo que algunos de ellos se estremecieran visiblemente. Apenas dos metros le separaban ya de ...

... los dos amigos, pero me armé de valor dispuesto a evitar su muerte. El tiempo se volvió lento, denso, espeso, mientras mi mano se movía hacia la sombra con la velocidad del rayo. Mi dedo índice, se tensó en dirección a la sombra y de mi boca salieron aquellas tres palabras:
—¡Cuidado! ¡Una Sombra!

Demasiado tarde, pensé. Mientras esas nerviosas palabras salían de mi boca, el hombre que se ocultaba tras esa túnica alargaba su mano llegando a tocar el hombro del muchacho. Este se giró pero tarde para verle el rostro, una mujer que se encontraba allí se había asustado tanto que había empezado a gritar a los cuatro vientos: ¡¡Nooooooooooooooooo, no me hagáis daño por favor!! Y mientras se giraba, ...

... la garganta de la mujer se cerró con un mínimo gesto de la sombra y cayó al suelo entre convulsiones, mientras Gareth permanecía inmóvil, Jarum desenvainaba su espada y yo seguía señalando con el dedo. El peregrino se detuvo cuando reconoció a la sombra. Nadie en su sano juicio atacaría a Jade Negro, una criatura de inhumana belleza pero tan mortal como el suicidio. «¿A que has venido?» se leía en la mirada de Jarum el Errante.

Para asombro del peregrino Jade Negro no parecía percartase de su presencia o puede que solo le pareciese un ser insignificante,su mirada permanecía inmóvil escrudriñando la oscuridad,el peregrino inquieto pensaba que es lo que miraba tan fijamente, cuando repentinamente de la oscuridad apareció.....

... un señor mayor con una botella de vino, pero no era cualquier vino; era el elixir de vacío absoluto. Si descorchaba la botella, la sombra sería absorbida y pasaría a formar parte de aquel líquido tinto. El terror se vio reflejado en la mirada de Jade Negro y, de repente, pareció más humana, menos letal. El peregrino pudo matarla en aquel momento, pero no lo hizo. Se quedó embelesado mirándola a los ojos. El corcho salió disparado...

... en su nerviosismo, aquel hombre de ojos duros y un tanto ebrios había forzado demasiado aquel corcho que se desprendió de la botella con un "pop." El delicioso y aterrador aroma del elixir del vacío absoluto se esparció por la habitación haciendo saber a todos los presentes que, desde ahora y para siempre, formarían parte del maravilloso y letal brevaje. Sólo yo estaba lo suficientemente cerca de la ventana como para poder saltar fuera con la rapidez de un guepardo salvaje. Y así decidí poner fin a esta desafortunada anecdota de la única forma que sé...

corri raudo en busca de ella, solo ella podria arreglarlo todo,pero llegaria atiempo,decian que no siempre aceptaba ayudar,decian que su belleza deslumbra al sol,podría verla,lo ayudaria,su corazón latia rapido,la vería,si tenia que logralo...

Pero ya no era posible, la botella la había absorvido y con ella, la cordura del peregrino, quien, privado de la presencia de Jade, enloqueció arremetiendo contra todos sin distinguir a amigos de enemigos. Soltando sablazos a disetro y siniestro con la mirada perdida se abalanzó sobre el anciano de la botella, pero Gareth se interpuso entre ambos...

espada en mano arremetio con furia,no consentiria que matase al anciano,¡basta! grito,entra en razón ¡como osas levantarle la mano,acasdo no ves quien es,miralo,miralo bien,si derramas su sangre un gran mal se desencadenará! ¡yo Gared no te permitiré que asesines a.....

...este viejo asustado, pero el peregrino presa del hechizo de Jade Negro, mató a Gareth con un golpe limpio y se dirigió hacia el anciano para arrebatarle la botella, que mantenía atrapada a Jade. Salió de la taberna y se derrumbó entre sollozos. Aquella escena me revolvió el corazón y me armé de valor para acercarme al Jarum el Errante. Le dije que conocía a la persona que podía ayudarle y emprendimos el viaje.

Nos alejamos de la taberna, al principio con ritmo lento, apesadumbrados por lo ocurrido, pero al cabo de un rato nuestro paso se hizo más vivo y nuestro ánimo menos sombrío, con las ideas más claras, empezamos a trazar el plan de lo que íbamos a hacer.

Pero algo sucedió en el camino hacia nuestro objetivo. Nos detuvimos en una taberna del caminante, donde tomamos algunas copas para olvidar. Tantas, que nos confundimos de botella y abrimos el elixir de vacío absoluto. A los pocos segundos ambos estábamos junto a Jade Negro en un mundo tinto de atmósfera espesa.

El insólito lugar empezó a temblar, como si de una montaña rusa se tratase. El bar-man se acercó a nosotros pero, cuando fuimos a responderle, ¡pfff! Mágicamente se esfumó. ¿Curioso, verdad? El elixir que nos habíamos tomado era peor que la hidromiel de los enanos de aquella taberna, pero, ¿sabéis lo peor de todo? ¡Habíamos encontrado... :D de nuevo el tapón de corcho en el lugar donde debería estar nuestra salida. El Peregrino, Jade y yo podíamos vislumbrarlos desde la ventana aquella especie de bar onírico. Debíamos buscar la forma de salir aquella botella de elixir. Era difícil avanzar en aquel aire espeso, casi líquido, casi irrespirable. Estábamos agotados. Recordé mi amuleto de carbino y en mi mente se dibujó un plan...

¿Y si el amuleto pudiera sacarnos de la botella de nuevo? Pero ¿sacaría sólo a alguno de nosotros? ¿nos sacaría a todos?Si nos sacaba a todos ¿qué más saldría de la botella? Teníamos que arriesgarnos, agarramos ambos el talisman a la vez e invocamos su poder para que nos sacara del aprieto y, entonces quedamos atrapados dentro del talismán.

El pesimismo nos invadió, pero descubrimos una cabina desde donde se podía pilotar el talismán, que era una nave. Tracé un nuevo plan: estrellar la nave de carbino contra el cristal de la botella para romperlo. Jade y el Peregrino se lanzaban miraditas cómplices, pero encendí motores. El ruido despertó a una criatura en la nave... era un Chibaca...

El Chibaca llevaba años de ivernación allí y el brusco despertar no le hizo maldita la gracia. Primero rugió de tal modo que tuvimos que taparnos los oídos con las manos y, claro, solte los mandos de la nave que empezó a dar tumbos sin rumbo pero sin acertar a chocar contra las paredes de la botella. Luego se lió a sopapos con nosotros, dejándonos tirados medio inconscientes y después, él se hizo con los mandos de la nave.

Cuando quisimos darnos cuenta estábamos ya en Yupilandia. ¿Cómo había empezado todo esto? Nos preguntábamos. A lo que uno respondió: pues, estábamos tomando una cerveza cuando... Y un rugido se escuchó desde lo más lejano pero unos barrotes de caramelo nos mantenían prisionero en aquella especie de habitación o prisión. Cuando, una piruleta apreció para explicarnos lo ocurrido se confirmaron nuestras sospechas: estábamos prisioneros. Como los barrotes eran de caramelo se nos ocurrió un plan: lamer hasta derretir los barrotes. Nos costó 7 horas, pero lo conseguimos y al salir reaparecimos en la nave talismán. El chibaca, que nos había hechizado, conducía por un pasadizo estrecho hacia..., hacia el exterior de la botella. El chibaca nos había devuelto a nuestro mundo.

Ahora teníamos más problemas. Con tanta vuelta y revuelta, botella arriba, botella abajo, bofetada que te crío, ya ni sabíamos si íbamos o veníamos ni cuál era nuestro objetivo. Para colmo, habíamos vuelto, sí, pero en compañía que de un Chibaca cabreado como un gorila después de tanto tiempo encerrado en la botella (bueno, los chibacas siempre están cabreados, pero es que este lo estaba más). Desaforado por toda su ofuscación, empezó a arremeter furiosamente con todo lo que había a su alrededor...
 

DeletedUser781

Pero pudimos salir de la nave antes de ser destruidos por aquel ser y recobramos nuestro tamaño original. Rápidamente cogí el talismán en el que habíamos viajado y cerré el orificio de salida con un palillo. Me lo colgué al cuello, porque era un recuerdo de mi padre, y rompí la botella de elixir de vacío absoluto. Me despedí de Jade Negro y El Peregrino, que se besaban con vehemencia, y me dirigí hacia una nueva aventura.

FIN del primer Relato
(se han cerrado todas las líneas argumentales y creo que es un buen momento para iniciar otro)
La verdad que me ha parecido muy divertido y la historia es una auténtica locura, jajaja. Por cierto, del personaje principal que introdujo Kakashi en el mensaje 4 no se ha sabido ni el nombre ni nada de su vida, así que espero que se pueda conocer más de él en un futuro.

para no hacer un relato interminable del que al final es imposible recordar el principio, a partir de los 10 mensajes en un mismo relato se tendrá la opción de finalizar el relato o seguir. Cuando alguien decide finalizarlo, deberá escribir "FIN" en letra mayúscula y en una nueva línea, tras su aportación conclusiva. No se si me explico. Luego puede comenzar él un nuevo relato en el mismo comentario o dejar que lo comience otro.

Dejo que alguien comience el nuevo relato. Pues ya comencé el primero ;)
 
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Era de noche,la oscuridad lo envolvia todo, cuando a duras penas logre vi a lo lejos un resplandor,un profundo estruendo hizo retumbar el paramo
 

DeletedUser781

Un Dragón Escarlata había roto el cascarón de fuego y se elevaba por los aires entre llamaradas. Se avecinaban malos tiempos. Cada 700 años nacía uno desde el lago de lava y sembraba la destrucción en todo Elvenar. Nuestra protagonista, desde su atalaya, pensó que sólo el sabio Kashaki podía tener suficientes conocimientos como para intentar destruirlo, así que se puso en camino...
 
corrió rauda y veloz como el viento,atravesando los bosques elverianos jadeante a lo lejos vio una estraña edificacion, cautelosamente se acerco a ella puesto que era curiosa cual gato,toco a su puerta,la abrio un estraño ser todo cubierto por huesos,ella le pregunto¿ podria descansar en tu hogar?estoy cansada y sedienta,llevo varias lunas caminando para encontrar la guarida del gran dragón Kakashi-sensei dicen que es muy sabio y que ayuda a quien lo necesita
 

DeletedUser781

Pero el extraño ser, llamado Satraca de Masaca, estaba preparando una boda y tenía la casa llena de invitados, así que no pudo ofrecerle alojamiento. No obstante, le acompañó hasta una taberna de los bajos fondos donde, tal vez, podría encontrar información sobre el sabio Kashaki. Satraca le presentó a la camarera, llamada Belisa Mari, que lucía escote mientras servía whiskys.
 
Ella era hermosa cual amanecer,su pelo rojo ,su estrecha cintura,unas largas esbeltas y torneadas piernas,sin duda aquella era la vision mas bella que habia visto jamas,la muchacha lo miró y de sus labios salio una risa cristalina,dios que hermosa penso para el,tan embelesado estaba que no se dio cuenta que ella le hablaba,dios que voz,parecia un ángel,pero que le decia,no podia dejar de mirarla, se movia gracilmente,sus movimientos eran delicados,con voz entrecortada le pidio un aguamiel,y si habia posada para un cansado viajero.
 

DeletedUser781

Tras su acercamiento seductor, Belisa Mari, sintió decepción cuando el bello Satraca de Masaca le dijo que quien necesitaba información no era él, sino nuestra protagonista. Él galán de los huesos dejó allí a las dos mujeres y volvió a casa para seguir con los preparativos de su boda. Belisa hizo entrar a la joven a un sitio donde poder hablar confidencialmente. Y, al mirarla, la reconoció...
 

DeletedUser3338

Era Itk... No podía creerlo... Se habían criado juntas en aquel pueblito alejado de todo que hace ya tanto dejó atrás... Cuando se reconocieron, se fundieron en un abrazo. Pero no había mucho tiempo para hablar. Itk necesitaba respuestas. Tenía que encontrar la manera de acabar con el Dragón Escarlata. Y, si Belisa sabía cómo encontrar a Kakashi, era imperativo que se lo contara, por el bien de Elvenar y de todos sus habitantes.
 

DeletedUser781

Belisa Mari se estremeció cuando oyó hablar del Dragón Escarlata y decidió acompañarla inmediatamente al escondite del sabio Kashaki. Itk tenía mucho sueño, pero no había tiempo que perder. Iniciaron el ritual de llamada al sabio. editado

@Kakashi-sensei: No se permite hablar de sanciones públicamente.
 
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Deleted User - 1287

Era de noche,la oscuridad lo envolvia todo, cuando a duras penas logre vi a lo lejos un resplandor,un profundo estruendo hizo retumbar el paramo.
Un Dragón Escarlata había roto el cascarón de fuego y se elevaba por los aires entre llamaradas. Se avecinaban malos tiempos. Cada 700 años nacía uno desde el lago de lava y sembraba la destrucción en todo Elvenar. Nuestra protagonista, desde su atalaya, pensó que sólo el sabio Kashaki podía tener suficientes conocimientos como para intentar destruirlo, así que se puso en camino.
Corrió rauda y veloz como el viento,atravesando los bosques elverianos jadeante a lo lejos vio una estraña edificacion, cautelosamente se acerco a ella puesto que era curiosa cual gato,toco a su puerta,la abrio un estraño ser todo cubierto por huesos,ella le pregunto¿ podria descansar en tu hogar?estoy cansada y sedienta,llevo varias lunas caminando para encontrar la guarida del gran dragón Kakashi-sensei dicen que es muy sabio y que ayuda a quien lo necesita.

Pero el extraño ser, llamado Satraca de Masaca, estaba preparando una boda y tenía la casa llena de invitados, así que no pudo ofrecerle alojamiento. No obstante, le acompañó hasta una taberna de los bajos fondos donde, tal vez, podría encontrar información sobre el sabio Kashaki. Satraca le presentó a la camarera, llamada Belisa Mari, que lucía escote mientras servía whiskys.

Ella era hermosa cual amanecer,su pelo rojo ,su estrecha cintura,unas largas esbeltas y torneadas piernas,sin duda aquella era la vision mas bella que habia visto jamas,la muchacha lo miró y de sus labios salio una risa cristalina,dios que hermosa penso para el,tan embelesado estaba que no se dio cuenta que ella le hablaba,dios que voz,parecia un ángel,pero que le decia,no podia dejar de mirarla, se movia gracilmente,sus movimientos eran delicados,con voz entrecortada le pidio un aguamiel,y si habia posada para un cansado viajero.

Tras su acercamiento seductor, Belisa Mari, sintió decepción cuando el bello Satraca de Masaca le dijo que quien necesitaba información no era él, sino nuestra protagonista. Él galán de los huesos dejó allí a las dos mujeres y volvió a casa para seguir con los preparativos de su boda. Belisa hizo entrar a la joven a un sitio donde poder hablar confidencialmente. Y, al mirarla, la reconoció...

Era Itk... No podía creerlo... Se habían criado juntas en aquel pueblito alejado de todo que hace ya tanto dejó atrás... Cuando se reconocieron, se fundieron en un abrazo. Pero no había mucho tiempo para hablar. Itk necesitaba respuestas. Tenía que encontrar la manera de acabar con el Dragón Escarlata. Y, si Belisa sabía cómo encontrar a Kakashi, era imperativo que se lo contara, por el bien de Elvenar y de todos sus habitantes.

Belisa Mari se estremeció cuando oyó hablar del Dragón Escarlata y decidió acompañarla inmediatamente al escondite del sabio Kashaki. Itk tenía mucho sueño, pero no había tiempo que perder. Iniciaron el ritual de llamada al sabio.
Pero el sabio Kashaki era sabio de verdad, así que supo que esta comitiva se disponía a ir a su casa y cuál era su encomienda. Desplegó sus grandes alas, puesto que él también era un dragón escarlata en realidad, y salio volando por la ventana para ir a proteger al miembro más joven de su familia. Por el camino, se cruzó con la comitiva y, cuando los vio, decidío bajar a comentarles por qué no debían destruir al joven dragón, pero, al acercarse, unos potentes efluvios asaltaron sus fosas nasales.

Era una mezcla del potente y amizclado perfume floral de Belisa Mari, con los aromas emanados por Satraca de Masaca, quien desde que se vistió de huesos no se había duchado, y un ambientador de pino con el que se había hecho Itk para intentar neutralizar los olores de sus compañeros. Asaltado por esta sinfonía aromática, Kashaki no pudo evitar soltar un tremendo estornudo pero... ya sabéis lo que pasa cuando un dragón estornuda... de la entusiasta comitiva desaparecieron todos sus aromas, sólo quedó un montoncito de cenizas con olor a humo.

Kashaki miró contrito a su alrededor, nadie había presenciado la escena, así que se acercó, sopló para dispersar las cenizas y, después, silbando con disimulo, remontó vuelo para ir a recoger a su sobrino recién nacido, Kark.

¡Fin! :p:D:D:D:D:D
 
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DeletedUser781

Buen final ;) Aunque mi alter ego (trad. Otro yo) no sale muy bien parado. Ahí se ha propasado un poco el dragón Kashaki. Ah, y me ducho bastante, lo que pasa es que este último año ha llovido poco. Ya sabes,... por lo de "se acerca el invierno"..., y todo cae en forma de nieve.

Nuevo relato encadenado:

El joven toca el arpa en lo alto de la colina. Se ha enamorado de una estrella: de entre todas, la que más brilla. Él le canta y ella ilumina. Un troll se acerca al joven desde la oscuridad, con sus fauces abiertas en rictus de maldad. La estrella no se distrae y, con gran estruendo, sobre el troll cae. Una joven yace en un pequeño cráter. El corazón, todavía late. Su cabello es cobrizo...
 

DeletedUser3338

... mira al cielo, lo ve plomizo. Se pregunta si alguien vendrá a ayudarle antes de que la lluvia sobre él descargue. Y, de repente, ve acercarse una figura; ¿será quien le socorra, o será una conjetura?
 

DeletedUser781

Era el joven al que había salvado, con el arpa colgada en su costado. Le tendió la mano para ayudarla a salir del cráter, pero la joven quemaba como el hierro candente. Era muy bella, pero no podía tocarla estando tan cerca. Se miraron a los ojos sin poder besarse, hasta que por culpa del frío ella empezó a petrificarse y en una estatua se convirtió. —¿Qué diablos hago yo? —pensó.
 

Deleted User - 1287

Aún conmocionado por todo lo ocurrido, pensó que debía darle calor, pues era una estrella y había dado la vida por él, pero ¿cómo calentar a una estrella para devolverle la vida en este frío mundo?
 

DeletedUser781

Hizo una hoguera con unas ramas, pero no era suficiente, así que la llevó hasta la herrería de Hefesto, el herrero. La introdujeron en la fragua hasta que se reblandeció y comenzó a tiritar. Al cabo de unos minutos habló, pero en un idioma incomprensible. Además, seguía el problema principal... no podía acariciarla. Sólo la magia podía solucionarlo...
 
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