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    el Equipo de Elvenar

Jugamos a... Relatos encadenados

DeletedUser781

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Primero que nada quiero decir que, si es un tema duplicado, no he encontrado ninguno igual. Sí hay uno de palabras encadenadas y otro de formar un relato añadiendo cada vez una palabra, que están muy bien.
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Bueno, dicho esto, el juego consiste escribir relatos entre todos de forma que cada uno aporta contenido entre 1 y 3 líneas. No es necesario copiar todo lo que han dicho porque se hará enorme. Ojo, digo relatos porque, para no hacer un relato interminable del que al final es imposible recordar el principio, a partir de los 10 mensajes en un mismo relato se tendrá la opción de finalizar el relato o seguir. Cuando alguien decide finalizarlo, deberá escribir "FIN" en letra mayúscula y en una nueva línea, tras su aportación conclusiva. No se si me explico. Luego puede comenzar él un nuevo relato en el mismo comentario o dejar que lo comience otro.

Empiezo yo.

El peregrino se dirigía a la ciudad a través del acantilado. Estaba agotado, pues una jauría de cancerberos le estaban siguiendo el rastro desde hacía varios kilómetros. La silueta de un barco volador le hizo saber que la ciudad era de nueva construcción. «Tal vez sea un buen lugar para hacer fortuna», pensó. ...

@ kit-kat - No esta permitido poner imágenes grandes sin spoiler.
 
Última edición por un moderador:

DeletedUser2432

El peregrino se dirigía a la ciudad a través del acantilado. Estaba agotado, pues una jauría de cancerberos le estaban siguiendo el rastro desde hacía varios kilómetros. La silueta de un barco volador le hizo saber que la ciudad era de nueva construcción. «Tal vez sea un buen lugar para hacer fortuna», pensó. ...
y aligerando el paso se dirigió hacia las puertas de Casbel. Una vez allí entró en la vieja taberna de la plaza; en un rincón, observó a un anciano de larga barba que murmuraba en un extraño idioma, las palabras salían de su boca entre trago y trago de una bebida espesa y humeante. El peregrino avanzó hacia él...
 

DeletedUser781

... y de un tirón le arrancó la barba postiza. Era Gareth, un viejo conocido.
—¿Que diablos haces por aquí? ¡Maldita sabandija! —Exclamó el peregrino.
—¡Dichosos sean mis ojos! Jarum el Errante. No esperaba encontrarme con un héroe en esta pocilga —se abrazaron.
 

DeletedUser6

Ambos compañeros se agarraron fuerte del hombro y se bebieron unas cuantas jarras de hidromiel a la salud de los enanos, quienes habían sido la razón de que se conocieran. Entre trago y trago, risa y sonrisa, se levantaron. No sabría decir cuál de los dos iba peor pero yo estaba allí, en la mesa, observando cómo se divertían. Estaba dispuestos a abandonarlos pero, sin más, observé una peligrosa sombra moverse en esa taberna...
 

DeletedUser203

... se arrastraba sinuosamente escondiéndose entre los numerosos tertulianos que iban, poco a poco, llenando la taberna después de una larga y agotadora jornada de duro trabajo en las yermas tierras que rodeaban la aldea. Su simple roce hacía que se sintieran incómodos, acallando de golpe sus fuertes voces y risas y hasta haciendo que algunos de ellos se estremecieran visiblemente. Apenas dos metros le separaban ya de ...
 

DeletedUser781

... los dos amigos, pero me armé de valor dispuesto a evitar su muerte. El tiempo se volvió lento, denso, espeso, mientras mi mano se movía hacia la sombra con la velocidad del rayo. Mi dedo índice, se tensó en dirección a la sombra y de mi boca salieron aquellas tres palabras:
—¡Cuidado! ¡Una Sombra!
 

DeletedUser6

Demasiado tarde, pensé. Mientras esas nerviosas palabras salían de mi boca, el hombre que se ocultaba tras esa túnica alargaba su mano llegando a tocar el hombro del muchacho. Este se giró pero tarde para verle el rostro, una mujer que se encontraba allí se había asustado tanto que había empezado a gritar a los cuatro vientos: ¡¡Nooooooooooooooooo, no me hagáis daño por favor!! Y mientras se giraba, ...
 

DeletedUser781

... la garganta de la mujer se cerró con un mínimo gesto de la sombra y cayó al suelo entre convulsiones, mientras Gareth permanecía inmóvil, Jarum desenvainaba su espada y yo seguía señalando con el dedo. El peregrino se detuvo cuando reconoció a la sombra. Nadie en su sano juicio atacaría a Jade Negro, una criatura de inhumana belleza pero tan mortal como el suicidio. «¿A que has venido?» se leía en la mirada de Jarum el Errante.
 
Última edición por un moderador:
Para asombro del peregrino Jade Negro no parecía percartase de su presencia o puede que solo le pareciese un ser insignificante,su mirada permanecía inmóvil escrudriñando la oscuridad,el peregrino inquieto pensaba que es lo que miraba tan fijamente, cuando repentinamente de la oscuridad apareció.....
 

DeletedUser781

... un señor mayor con una botella de vino, pero no era cualquier vino; era el elixir de vacío absoluto. Si descorchaba la botella, la sombra sería absorbida y pasaría a formar parte de aquel líquido tinto. El terror se vio reflejado en la mirada de Jade Negro y, de repente, pareció más humana, menos letal. El peregrino pudo matarla en aquel momento, pero no lo hizo. Se quedó embelesado mirándola a los ojos. El corcho salió disparado...
 

DeletedUser2452

... en su nerviosismo, aquel hombre de ojos duros y un tanto ebrios había forzado demasiado aquel corcho que se desprendió de la botella con un "pop." El delicioso y aterrador aroma del elixir del vacío absoluto se esparció por la habitación haciendo saber a todos los presentes que, desde ahora y para siempre, formarían parte del maravilloso y letal brevaje. Sólo yo estaba lo suficientemente cerca de la ventana como para poder saltar fuera con la rapidez de un guepardo salvaje. Y así decidí poner fin a esta desafortunada anecdota de la única forma que sé...
 
corri raudo en busca de ella, solo ella podria arreglarlo todo,pero llegaria atiempo,decian que no siempre aceptaba ayudar,decian que su belleza deslumbra al sol,podría verla,lo ayudaria,su corazón latia rapido,la vería,si tenia que logralo...
 

Deleted User - 1287

Pero ya no era posible, la botella la había absorvido y con ella, la cordura del peregrino, quien, privado de la presencia de Jade, enloqueció arremetiendo contra todos sin distinguir a amigos de enemigos. Soltando sablazos a disetro y siniestro con la mirada perdida se abalanzó sobre el anciano de la botella, pero Gareth se interpuso entre ambos...
 
espada en mano arremetio con furia,no consentiria que matase al anciano,¡basta! grito,entra en razón ¡como osas levantarle la mano,acasdo no ves quien es,miralo,miralo bien,si derramas su sangre un gran mal se desencadenará! ¡yo Gared no te permitiré que asesines a.....
 

DeletedUser781

...este viejo asustado, pero el peregrino presa del hechizo de Jade Negro, mató a Gareth con un golpe limpio y se dirigió hacia el anciano para arrebatarle la botella, que mantenía atrapada a Jade. Salió de la taberna y se derrumbó entre sollozos. Aquella escena me revolvió el corazón y me armé de valor para acercarme al Jarum el Errante. Le dije que conocía a la persona que podía ayudarle y emprendimos el viaje.
 

Deleted User - 1287

El peregrino se dirigía a la ciudad a través del acantilado. Estaba agotado, pues una jauría de cancerberos le estaban siguiendo el rastro desde hacía varios kilómetros. La silueta de un barco volador le hizo saber que la ciudad era de nueva construcción. «Tal vez sea un buen lugar para hacer fortuna», pensó. ...

y aligerando el paso se dirigió hacia las puertas de Casbel. Una vez allí entró en la vieja taberna de la plaza; en un rincón, observó a un anciano de larga barba que murmuraba en un extraño idioma, las palabras salían de su boca entre trago y trago de una bebida espesa y humeante. El peregrino avanzó hacia él...

... y de un tirón le arrancó la barba postiza. Era Gareth, un viejo conocido.
—¿Que diablos haces por aquí? ¡Maldita sabandija! —Exclamó el peregrino.
—¡Dichosos sean mis ojos! Jarum el Errante. No esperaba encontrarme con un héroe en esta pocilga —se abrazaron.

Ambos compañeros se agarraron fuerte del hombro y se bebieron unas cuantas jarras de hidromiel a la salud de los enanos, quienes habían sido la razón de que se conocieran. Entre trago y trago, risa y sonrisa, se levantaron. No sabría decir cuál de los dos iba peor pero yo estaba allí, en la mesa, observando cómo se divertían. Estaba dispuestos a abandonarlos pero, sin más, observé una peligrosa sombra moverse en esa taberna...

... se arrastraba sinuosamente escondiéndose entre los numerosos tertulianos que iban, poco a poco, llenando la taberna después de una larga y agotadora jornada de duro trabajo en las yermas tierras que rodeaban la aldea. Su simple roce hacía que se sintieran incómodos, acallando de golpe sus fuertes voces y risas y hasta haciendo que algunos de ellos se estremecieran visiblemente. Apenas dos metros le separaban ya de ...

... los dos amigos, pero me armé de valor dispuesto a evitar su muerte. El tiempo se volvió lento, denso, espeso, mientras mi mano se movía hacia la sombra con la velocidad del rayo. Mi dedo índice, se tensó en dirección a la sombra y de mi boca salieron aquellas tres palabras:
—¡Cuidado! ¡Una Sombra!

Demasiado tarde, pensé. Mientras esas nerviosas palabras salían de mi boca, el hombre que se ocultaba tras esa túnica alargaba su mano llegando a tocar el hombro del muchacho. Este se giró pero tarde para verle el rostro, una mujer que se encontraba allí se había asustado tanto que había empezado a gritar a los cuatro vientos: ¡¡Nooooooooooooooooo, no me hagáis daño por favor!! Y mientras se giraba, ...

... la garganta de la mujer se cerró con un mínimo gesto de la sombra y cayó al suelo entre convulsiones, mientras Gareth permanecía inmóvil, Jarum desenvainaba su espada y yo seguía señalando con el dedo. El peregrino se detuvo cuando reconoció a la sombra. Nadie en su sano juicio atacaría a Jade Negro, una criatura de inhumana belleza pero tan mortal como el suicidio. «¿A que has venido?» se leía en la mirada de Jarum el Errante.

Para asombro del peregrino Jade Negro no parecía percartase de su presencia o puede que solo le pareciese un ser insignificante,su mirada permanecía inmóvil escrudriñando la oscuridad,el peregrino inquieto pensaba que es lo que miraba tan fijamente, cuando repentinamente de la oscuridad apareció.....

... un señor mayor con una botella de vino, pero no era cualquier vino; era el elixir de vacío absoluto. Si descorchaba la botella, la sombra sería absorbida y pasaría a formar parte de aquel líquido tinto. El terror se vio reflejado en la mirada de Jade Negro y, de repente, pareció más humana, menos letal. El peregrino pudo matarla en aquel momento, pero no lo hizo. Se quedó embelesado mirándola a los ojos. El corcho salió disparado...

... en su nerviosismo, aquel hombre de ojos duros y un tanto ebrios había forzado demasiado aquel corcho que se desprendió de la botella con un "pop." El delicioso y aterrador aroma del elixir del vacío absoluto se esparció por la habitación haciendo saber a todos los presentes que, desde ahora y para siempre, formarían parte del maravilloso y letal brevaje. Sólo yo estaba lo suficientemente cerca de la ventana como para poder saltar fuera con la rapidez de un guepardo salvaje. Y así decidí poner fin a esta desafortunada anecdota de la única forma que sé...

corri raudo en busca de ella, solo ella podria arreglarlo todo,pero llegaria atiempo,decian que no siempre aceptaba ayudar,decian que su belleza deslumbra al sol,podría verla,lo ayudaria,su corazón latia rapido,la vería,si tenia que logralo...

Pero ya no era posible, la botella la había absorvido y con ella, la cordura del peregrino, quien, privado de la presencia de Jade, enloqueció arremetiendo contra todos sin distinguir a amigos de enemigos. Soltando sablazos a disetro y siniestro con la mirada perdida se abalanzó sobre el anciano de la botella, pero Gareth se interpuso entre ambos...

espada en mano arremetio con furia,no consentiria que matase al anciano,¡basta! grito,entra en razón ¡como osas levantarle la mano,acasdo no ves quien es,miralo,miralo bien,si derramas su sangre un gran mal se desencadenará! ¡yo Gared no te permitiré que asesines a.....

...este viejo asustado, pero el peregrino presa del hechizo de Jade Negro, mató a Gareth con un golpe limpio y se dirigió hacia el anciano para arrebatarle la botella, que mantenía atrapada a Jade. Salió de la taberna y se derrumbó entre sollozos. Aquella escena me revolvió el corazón y me armé de valor para acercarme al Jarum el Errante. Le dije que conocía a la persona que podía ayudarle y emprendimos el viaje.

Nos alejamos de la taberna, al principio con ritmo lento, apesadumbrados por lo ocurrido, pero al cabo de un rato nuestro paso se hizo más vivo y nuestro ánimo menos sombrío, con las ideas más claras, empezamos a trazar el plan de lo que íbamos a hacer.
 

DeletedUser781

Pero algo sucedió en el camino hacia nuestro objetivo. Nos detuvimos en una taberna del caminante, donde tomamos algunas copas para olvidar. Tantas, que nos confundimos de botella y abrimos el elixir de vacío absoluto. A los pocos segundos ambo estábamos junto a Jade Negro en un mundo tinto de atmósfera espesa.
 

DeletedUser6

El insólito lugar empezó a temblar, como si de una montaña rusa se tratase. El bar-man se acercó a nosotros pero, cuando fuimos a responderle, ¡pfff! Mágicamente se esfumó. ¿Curioso, verdad? El elixir que nos habíamos tomado era peor que la hidromiel de los enanos de aquella taberna, pero, ¿sabéis lo peor de todo? ¡Habíamos encontrado... :D
 

DeletedUser781

de nuevo el tapón de corcho en el lugar donde debería estar nuestra salida. El Peregrino, Jade y yo podíamos vislumbrarlos desde la ventana aquella especie de bar onírico. Debíamos buscar la forma de salir aquella botella de elixir. Era difícil avanzar en aquel aire espeso, casi líquido, casi irrespirable. Estábamos agotados. Recordé mi amuleto de carbino y en mi mente se dibujó un plan...
 

Deleted User - 1287

El peregrino se dirigía a la ciudad a través del acantilado. Estaba agotado, pues una jauría de cancerberos le estaban siguiendo el rastro desde hacía varios kilómetros. La silueta de un barco volador le hizo saber que la ciudad era de nueva construcción. «Tal vez sea un buen lugar para hacer fortuna», pensó. ...

y aligerando el paso se dirigió hacia las puertas de Casbel. Una vez allí entró en la vieja taberna de la plaza; en un rincón, observó a un anciano de larga barba que murmuraba en un extraño idioma, las palabras salían de su boca entre trago y trago de una bebida espesa y humeante. El peregrino avanzó hacia él...

... y de un tirón le arrancó la barba postiza. Era Gareth, un viejo conocido.
—¿Que diablos haces por aquí? ¡Maldita sabandija! —Exclamó el peregrino.
—¡Dichosos sean mis ojos! Jarum el Errante. No esperaba encontrarme con un héroe en esta pocilga —se abrazaron.

Ambos compañeros se agarraron fuerte del hombro y se bebieron unas cuantas jarras de hidromiel a la salud de los enanos, quienes habían sido la razón de que se conocieran. Entre trago y trago, risa y sonrisa, se levantaron. No sabría decir cuál de los dos iba peor pero yo estaba allí, en la mesa, observando cómo se divertían. Estaba dispuestos a abandonarlos pero, sin más, observé una peligrosa sombra moverse en esa taberna...

... se arrastraba sinuosamente escondiéndose entre los numerosos tertulianos que iban, poco a poco, llenando la taberna después de una larga y agotadora jornada de duro trabajo en las yermas tierras que rodeaban la aldea. Su simple roce hacía que se sintieran incómodos, acallando de golpe sus fuertes voces y risas y hasta haciendo que algunos de ellos se estremecieran visiblemente. Apenas dos metros le separaban ya de ...

... los dos amigos, pero me armé de valor dispuesto a evitar su muerte. El tiempo se volvió lento, denso, espeso, mientras mi mano se movía hacia la sombra con la velocidad del rayo. Mi dedo índice, se tensó en dirección a la sombra y de mi boca salieron aquellas tres palabras:
—¡Cuidado! ¡Una Sombra!

Demasiado tarde, pensé. Mientras esas nerviosas palabras salían de mi boca, el hombre que se ocultaba tras esa túnica alargaba su mano llegando a tocar el hombro del muchacho. Este se giró pero tarde para verle el rostro, una mujer que se encontraba allí se había asustado tanto que había empezado a gritar a los cuatro vientos: ¡¡Nooooooooooooooooo, no me hagáis daño por favor!! Y mientras se giraba, ...

... la garganta de la mujer se cerró con un mínimo gesto de la sombra y cayó al suelo entre convulsiones, mientras Gareth permanecía inmóvil, Jarum desenvainaba su espada y yo seguía señalando con el dedo. El peregrino se detuvo cuando reconoció a la sombra. Nadie en su sano juicio atacaría a Jade Negro, una criatura de inhumana belleza pero tan mortal como el suicidio. «¿A que has venido?» se leía en la mirada de Jarum el Errante.

Para asombro del peregrino Jade Negro no parecía percartase de su presencia o puede que solo le pareciese un ser insignificante,su mirada permanecía inmóvil escrudriñando la oscuridad,el peregrino inquieto pensaba que es lo que miraba tan fijamente, cuando repentinamente de la oscuridad apareció.....

... un señor mayor con una botella de vino, pero no era cualquier vino; era el elixir de vacío absoluto. Si descorchaba la botella, la sombra sería absorbida y pasaría a formar parte de aquel líquido tinto. El terror se vio reflejado en la mirada de Jade Negro y, de repente, pareció más humana, menos letal. El peregrino pudo matarla en aquel momento, pero no lo hizo. Se quedó embelesado mirándola a los ojos. El corcho salió disparado...

... en su nerviosismo, aquel hombre de ojos duros y un tanto ebrios había forzado demasiado aquel corcho que se desprendió de la botella con un "pop." El delicioso y aterrador aroma del elixir del vacío absoluto se esparció por la habitación haciendo saber a todos los presentes que, desde ahora y para siempre, formarían parte del maravilloso y letal brevaje. Sólo yo estaba lo suficientemente cerca de la ventana como para poder saltar fuera con la rapidez de un guepardo salvaje. Y así decidí poner fin a esta desafortunada anecdota de la única forma que sé...

corri raudo en busca de ella, solo ella podria arreglarlo todo,pero llegaria atiempo,decian que no siempre aceptaba ayudar,decian que su belleza deslumbra al sol,podría verla,lo ayudaria,su corazón latia rapido,la vería,si tenia que logralo...

Pero ya no era posible, la botella la había absorvido y con ella, la cordura del peregrino, quien, privado de la presencia de Jade, enloqueció arremetiendo contra todos sin distinguir a amigos de enemigos. Soltando sablazos a disetro y siniestro con la mirada perdida se abalanzó sobre el anciano de la botella, pero Gareth se interpuso entre ambos...

espada en mano arremetio con furia,no consentiria que matase al anciano,¡basta! grito,entra en razón ¡como osas levantarle la mano,acasdo no ves quien es,miralo,miralo bien,si derramas su sangre un gran mal se desencadenará! ¡yo Gared no te permitiré que asesines a.....

...este viejo asustado, pero el peregrino presa del hechizo de Jade Negro, mató a Gareth con un golpe limpio y se dirigió hacia el anciano para arrebatarle la botella, que mantenía atrapada a Jade. Salió de la taberna y se derrumbó entre sollozos. Aquella escena me revolvió el corazón y me armé de valor para acercarme al Jarum el Errante. Le dije que conocía a la persona que podía ayudarle y emprendimos el viaje.

Nos alejamos de la taberna, al principio con ritmo lento, apesadumbrados por lo ocurrido, pero al cabo de un rato nuestro paso se hizo más vivo y nuestro ánimo menos sombrío, con las ideas más claras, empezamos a trazar el plan de lo que íbamos a hacer.

Pero algo sucedió en el camino hacia nuestro objetivo. Nos detuvimos en una taberna del caminante, donde tomamos algunas copas para olvidar. Tantas, que nos confundimos de botella y abrimos el elixir de vacío absoluto. A los pocos segundos ambos estábamos junto a Jade Negro en un mundo tinto de atmósfera espesa.

El insólito lugar empezó a temblar, como si de una montaña rusa se tratase. El bar-man se acercó a nosotros pero, cuando fuimos a responderle, ¡pfff! Mágicamente se esfumó. ¿Curioso, verdad? El elixir que nos habíamos tomado era peor que la hidromiel de los enanos de aquella taberna, pero, ¿sabéis lo peor de todo? ¡Habíamos encontrado... :D de nuevo el tapón de corcho en el lugar donde debería estar nuestra salida. El Peregrino, Jade y yo podíamos vislumbrarlos desde la ventana aquella especie de bar onírico. Debíamos buscar la forma de salir aquella botella de elixir. Era difícil avanzar en aquel aire espeso, casi líquido, casi irrespirable. Estábamos agotados. Recordé mi amuleto de carbino y en mi mente se dibujó un plan...
¿Y si el amuleto pudiera sacarnos de la botella de nuevo? Pero ¿sacaría sólo a alguno de nosotros? ¿nos sacaría a todos?Si nos sacaba a todos ¿qué más saldría de la botella? Teníamos que arriesgarnos, agarramos ambos el talisman a la vez e invocamos su poder para que nos sacara del aprieto y, entonces...
 
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