Verás, la manera de obtener monedas y martillos de los vecinos y los hermanos es visitándolos. Cada vez que visitas a alguien obtienes monedas por hacerlo y si esa persona te ha visitado a ti, además, obtienes martillos. La cantidad de ambos aumenta cuanto más nivel tiene tu capitolio.
Lo que sucede es que los vecinos pueden no ser activos, o pueden no haberse dado cuenta de los beneficios de las visitas o sencillamente no tener tiempo para hacer la ronda vecinal, así que es posible que aunque tengas un montón de vecinos descubiertos, solo unos pocos te visiten a ti y por lo tanto cuando tú vas a sus ciudades, aunque consigas monedas no conseguirás martillos. Yo tengo unos 100 vecinos y sólo me visitan media docena XD
Con la hermandad esto se soluciona, porque si los miembros son activos, la mayoría de ellos te proporcionarán martillos cuando hagas la ronda diaria de la hermandad, así que ahí tienes una buena ventaja.
Sucede parecido con la lonja, si tus vecinos no participan de ella tendrás pocas oportunidades de intercambiar productos, pero en la hermandad, si sabéis usarla bien, podéis abasteceros mutuamente de los productos necesarios sin depender de los vecinos.
A parte de ésto, si quieres sacarle el máximo partido a las rondas diarias vecinales y de la hermandad, puedes jugar con las misiones rotativas. Todo el mundo tiene dos tipos de misiones, unas que no se pueden rechazar y que hay que cumplir necesariamente para seguir avanzando y otras que son como una ruleta de misiones que se repiten sin cesar. Éstas misiones repetitivas son diferentes en cada nivel del juego pero en todos los niveles hay una que te permite obtener martillos a cambio de una cierta cantidad de monedas.
Si cuando vas a hacer la ronda das vuelta a las misiones rechazables hasta encontrar esa, puedes empezar a hacer la ronda y cuando hayas conseguido la misión, detienes la ronda, vuelves a rechazar misiones hasta llegar a la de la martillos por monedas y entonces reanudas la ronda (suena más complicado explicado que hecho
). Si haces ésto, obtendrás un suministro casi ilimitado de monedas y martillos que te permitirán vivir muy tranquilo porque siempre tendrás superhábit de ambos, con la ventaja que ésto supone: poder poner tus fábricas a producir, poder fabricar tropas e incluso poder intercambiar los excedentes por productos con el comerciante en la lonja, además de desbloquear investigaciones y construir edificios.